¿Cuáles son las grandes amenazas a la sostenibilidad?

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El cambio climático se percibe como la principal amenaza a nuestro ambiente porque es el más visible. Pero existen muchas otras amenazas que pueden impactar sobre la sostenibilidad de nuestro planeta y requieren nuestra atención.

Cambio climático
El cambio climático se percibe como el gran desafío de nuestra era. Grandes cantidades de recursos humanos y financieros se movilizan con el objetivo de lidiar con sus causas y efectos, por ejemplo, para favorecer la transición de la generación de energía desde los combustibles fósiles hacia los recursos renovables.
En agosto de 2021, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (considerado como la fuente más autorizada y actualizada sobre el tema) advirtió que “Los cambios recientes en el clima son generalizados, rápidos y se intensifican sin precedentes en miles de años”.
Los impactos del cambio climático, como el aumento del nivel del mar, los cambios en los patrones de lluvia y las temperaturas más altas, ya son inevitables, incluso si el mundo logra alcanzar los objetivos de emisiones de carbono cero para 2050, establecidos en Glasgow en 2021.
Pérdida de la biodiversidad
La vida humana es posible gracias a la contribución de una enorme variedad de plantas, insectos y animales terrestres, marinos o aéreos. A la mayoría de las 1,5 millones de especies del mundo nunca las hemos visto ni escuchado, y así y todo su existencia es vital para nuestra supervivencia, y la pérdida de una sola especie podría tener un impacto impredecible sobre el ecosistema.
Esta delicada “biodiversidad” o “diversidad biológica” está bajo amenaza por la agricultura intensiva, la pesca no sostenible, la caza furtiva, la lluvia ácida, el cambio climático y la degradación y destrucción del hábitat. Según la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas, un millón de especies están en peligro de extinción. El informe es el más completo que jamás se haya hecho sobre la vida en la Tierra, y tal como con el cambio climático, afirma que la principal causa de la pérdida de la biodiversidad es la acción humana.
Polución
La atención sobre la contaminación del aire, el agua, el plástico y otras formas de polución comenzó en la década de 1970 y ha reflotado en los últimos años. En la mayoría de los países industrializados, los gobiernos han dictado normas que prohíben la contaminación del agua y el aire, y exigen reciclar el plástico, el vidrio y el metal.
El crecimiento de la población y el traslado a las ciudades están superando con creces las normas de protección ambiental
Sin embargo, el crecimiento de la población y el traslado a las ciudades están superando con creces las normas de protección ambiental. La Organización Mundial de la Salud afirmó que la contaminación del aire causa unos siete millones de muertes cada año, es decir, más que los 6,3 millones de personas que se estima que han muerto de Covid-19. El impacto cae desproporcionadamente en los países más pobres, donde la calidad del aire es peor.
La contaminación del agua, por su parte, ha consistido tradicionalmente en el vertido de desechos industriales y humanos en el suministro, pero en los últimos años ha surgido una nueva amenaza: los plásticos. Cerca del 83% de las muestras de agua del grifo recolectadas en más de una docena de países en los cinco continentes dieron positivo por microplástico.
Sequía y escasez de agua
La mayor parte del planeta está cubierta de agua, pero solamente el 3% es potable. El concepto “escasez de agua” se refiere a la falta de agua fresca para satisfacer la demanda de la población. Algunas regiones han sufrido la falta de agua desde siempre debido a su clima seco, como África subsahariana; pero ahora una población creciente con nuevos hábitos (como comer más carne) y mayor necesidad de agua debido al calentamiento global están ejerciendo presión sobre los recursos hídricos del mundo.
Según el informe de la Asociación Meteorológica Mundial, en 2018, 2.300 millones de personas vivían en países con escasez de agua, y 3.600 experimentaban un acceso inadecuado al agua por lo menos una vez al año. Hacia 2050, esto último se espera que sume más de 5.000 millones.
La ONU indica que la causa de escasez de agua en la mayoría de los lugares que la sufren es la mala gestión. En Estados Unidos, entre el 20 y el 50% del agua se pierde por fugas subterráneas. Aunque la escasez de agua sea común en regiones secas o durante una sequía, en muchos casos se debe a un descuido. La Gestión Integrada de Recursos Hídricos (GIRH) es esencial para alcanzar el bienestar social, económico y ambiental a largo plazo; sin embargo, aunque la mayoría de los países han avanzado en la implementación de GIRH, 107 aún siguen sin alcanzar el poder gestionar sus recursos hídricos.
 
Agotamiento de recursos
Cuando una población mundial en ascenso consume recursos que exceden el límite que se puede regenerar de forma natural, el resultado es la falta de recursos. El Día del Sobregiro Mundial marca el límite cada año, pues se llama así al día en el que la humanidad ya consumió todos los recursos biológicos que la Tierra genera cada año. Este 2022, fue el 28 de julio. Cuando se calculó por primera vez, en 1971, la fecha fue el 25 de diciembre, de modo que desde entonces se ha movido en consonancia con el crecimiento de la demanda de recursos de la Tierra.
Desde la década de 1970, la publicación mundial se ha duplicado; el PBI se ha cuadruplicado, y la extracción de recursos se ha triplicado
El agotamiento de recursos se debe, por ejemplo, al uso del agua, la deforestación, los combustibles fósiles, los minerales, las prácticas de agricultura, la erosión del suelo y el sobreconsumo. Desde la década de 1970, la publicación mundial se ha duplicado; el PBI se ha cuadruplicado, y la extracción de recursos se ha triplicado, incluyendo la quintuplicación del uso de minerales no metálicos y un aumento del 45% del uso de combustibles fósiles, según Global Resources Outlook 2019, un informe de la ONU.
La falta de recursos es un factor importante del cambio climático. La extracción de recursos y el procesamiento de materiales, combustibles y alimentos contribuyen con la mitad de las emisiones globales totales de gases de efecto invernadero y con más del 90% de la pérdida de biodiversidad y el estrés hídrico. Un cambio hacia la energía sostenible y renovable puede ayudar a resolver el problema.
Deforestación
Según informa la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, los bosques del mundo están desapareciendo a una velocidad promedio de diez millones de hectáreas por año, un área equivalente al tamaño de Portugal. Según Vida Silvestre (WWF), solamente la mitad se replanta, de modo que la deforestación es el principal problema.
Las consecuencias de la deforestación son serias porque contribuyen al cambio climático. Los bosques son vitales para absorber los gases de efecto invernadero que están sobrecalentando el planeta. Más aún, cuando una región pierde su biodiversidad, se vuelve más vulnerable a otros problemas ambientales.
Cuando una región pierde su biodiversidad, se vuelve más vulnerable a otros problemas ambientales
En el encuentro climático COP26 celebrado en Glasgow (Escocia) en 2021, más de cien representantes gubernamentales prometieron detener y revertir la deforestación hacia 2030.
Sin embargo, la selva del Amazonas, la más grande del mundo, está en deforestación acelerada. De hecho, la porción deforestada del Amazonas en los primeros tres meses de 2022 fue la más alta de la que se tenga registro, según informó a la cadena de noticias CNN el Instituto Nacional para la investigación del Espacio de Brasil (INPE).

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