La paradoja de la pandemia

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Un aforismo derivado de la cultura popular dice que “no hay mal que por bien no venga", se podría agregar que en algunos casos ese "bien" es un precio demasiado caro que hay que pagar. Aplicado a la situación de pandemia que estamos sufriendo, nos estamos enterando de ciertas cuestiones derivadas del freno mundial en las actividades industriales y comerciales a causa de ella.
Según diferentes fuentes (Banco Mundial, Parlamento Europeo, Organización Mundial de la Salud, etc.) el transporte con motores de combustión [...] es responsable de más del 30% de las emisiones de dióxido de carbono.
Tomando como mojón la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático establecida en 1992, de la cual se desprende el Protocolo de Kyoto, se realizaron innumerables reuniones para tratar el tema de la contaminación mundial y sus consecuencias inmediatas que son los efectos del cambio climático, entre otras cuestiones. Nunca hubo acuerdo total de las partes, siempre prevalecieron los "egos patrióticos" sobre el bien general mundial y las metas se cumplimentaron parcialmente.
Parecería que hay que repetir hasta el cansancio verdades de perogrullo, como que en el planeta Tierra la vida en todas sus formas necesita básicamente agua y aire.
Se entiende por pandemia a "enfermedad epidémica que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad o región". Quizás como hemos naturalizado la contaminación, no percibimos que también debería ser nombrada de esa manera.
Hoy, con asombro, podemos leer a modo de ejemplo:
  • France24.com, 22/03/2020: “[...] La calidad del aire mejora en los países en cuarentena por el Covid-19”
  • Greenpeace,19-03-2020: “Así ha bajado la contaminación durante el estado de alarma por el Coronavirus. A menos coches, menos contaminación [...] los valores medios de dióxido de nitrógeno apenas han alcanzado el 40% del límite fijado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unión Europea (UE)”.
  • La Nación, 18 de marzo de 2020.Venecia: [...] “Los canales se ven más cristalinos que nunca y ya cuentan con la presencia de peces y aves que se pasean”.
  • La Nación, 27 de marzo de 2020. Ciudad de Buenos Aires: “[...] Los valores de monóxido de carbono (CO), óxido de nitrógeno (NO), dióxido de nitrógeno (NO2) y material particulado 10 (mp/10) disminuyeron un 50% en relación al mismo período de 2019”.
  • Pagina 12, 7 de abril de 2020, ciudad de Buenos Aires: [...] “La Agencia de Protección Ambiental de Buenos Aires informó este martes que la calidad del aire de la ciudad mejoró en un 50% entre el 20 y el 25 de marzo”.
  • La Capital (Rosario), 29 de marzo de 2020: [...] “El arroyo Ludueña se está volviendo transparente”.
  • BBC News, 19 Marzo 2020: “Coronavirus: Air pollution and CO2 fall rapidly as virus spreads” (‘Coronavirus: La contaminación del aire y el dióxido de carbono caen rápidamente a medida que el virus se expande’).
  • euractiv.com, 25 de marzo de 2020: “Pollution levels have dropped by more than 50% in parts of Europe, according to new figures published by the European Environmental Agency (EEA)” (‘Los niveles de polución han caído más del 50% en algunas partes de Europa, según nuevas publicaciones de la Agencia Europea de Medioambiemte’).
Y así podríamos seguir, pero hay una imagen publicada por la NASA (Estados Unidos), que es por demás significativa:
Queda demostrado que su [de la contaminación] atenuación no llevaría años o décadas, tan solo semanas o meses.

Dióxido de nitrógeno en China antes y después del virus Corona
El dióxido de nitrógeno (NO2) es un gas tóxico para los humanos que causa problemas respiratorios como el asma, y se produce por el combustible de vehículos motorizados, fábricas e instalaciones industriales.
Podríamos decir que en término de dos o tres meses, y en algunos lugares un período menor, se ha puesto en evidencia la necedad de quienes tienen que tomar decisiones trascendentes respecto a la contaminación mundial, la ignorancia/apatía por parte de la mayoría de la población que, como parte de sus derechos, tiene la obligación de exigir medidas restrictivas de la contaminación ambiental en todas sus formas. Queda demostrado que su atenuación no llevaría años o décadas, tan solo semanas o meses.
Según diferentes fuentes (Banco Mundial, Parlamento Europeo, Organización Mundial de la Salud, etc.) el transporte con motores de combustión, en sus diferentes variantes, es responsable de más del 30% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2), de las cuales el 72% proviene del transporte por ruta.
El reemplazo de la motorización con combustible fósil por la motorización eléctrica es clave para reducir los niveles de contaminación.
El reemplazo de la motorización con combustible fósil por la motorización eléctrica es clave para reducir los niveles de contaminación. El transporte público, en las ciudades, es el punto por donde debe comenzar esa transformación y paralelamente de manera progresiva reemplazar la generación de energía eléctrica convencional por generación renovable. Justamente ahí, cerraría el círculo virtuoso de la energía.
En algún momento la pandemia derivada del virus Corona pasará, como dice Serrat en Fiesta:
Se despertó el bien y el mal
la pobre vuelve al portal,
la rica vuelve al rosal,
y el avaro a las divisas...
¿Y nosotros, todos, volveremos a contaminar sin haber aprendido nada??

Ing. Ricardo Berizzo | Movilidad Eléctrica | UTN Regional Rosario
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