V4A, robustos y resistentes, de wenglor.

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● CNC: control numérico computarizado
● IK: Mechanical Impact, ‘impacto mecánico’
● IP: Ingress Protection, ‘grado de protección’

Los sensores optoelectrónicos con formato 2K de Wenglor ofrecen una solución para escenarios de aplicación industriales complejos.
Gracias a su carcasa de acero inoxidable V4A, resisten limpiezas a alta presión intensivas de hasta 100 bar a temperaturas de hasta 80 °C, agentes limpiadores, lubricantes y refrigerantes agresivos, así como de influencias mecánicas y la corrosión.
Son capaces de medir distancias con precisión, reconocer objetos y comunicarse de forma inteligente a través de IO-Link. Su tamaño miniatura los hace fáciles de integrar en cualquier instalación, y están a disposición de los usuarios con seis principios de funcionamiento y tres tipos de luz.
Sensores optoelectrónicos para condiciones ambientales duras y de limpieza intensiva:

Clase de protección IP 69K y certificado Ecolab
Soporta una limpieza intensiva y frecuente
Resistente a agentes limpiadores agresivos
Resistente a las limpiadoras de alta presión hasta 100 bar y a una temperatura del agua de 80 °C
Resistencia térmica frente a cambios de temperatura

Washdown, resistente a la limpieza:

Aplicación de los sensores para la zona de lavado
Clase de protección IP 69K y certificado Ecolab
Soporta una limpieza intensiva y frecuente
Resistente a agentes limpiadores agresivos
Resistente a las limpiadoras de alta presión hasta 100 bar y a una temperatura del agua de 80 °C
Resistencia térmica frente a cambios de temperatura

HeavyDuty, robusto y resistente a los lubricantes:

Clase de protección IP 67/IP 68
Carcasa de acero inoxidable V4A (1.4404/316L)
Alta resistencia a la corrosión, la refrigeración y los lubricantes
Etiquetado láser indestructible para una visibilidad duradera
Alta estabilidad mecánica frente a golpes y colisiones

Una aplicación posible: consulta de la posición del material en tornos

En los tornos CNC, las materias primas se fijan a dispositivos tensores. Antes de iniciar el proceso de mecanizado, es necesario asegurarse de que la pieza de trabajo esté en la posición correcta. Si está mal fijada, desplazada o no está colocada, el proceso de mecanizado no se iniciará.
Para ello, en el lateral del centro de mecanizado se instala un sensor réflex con supresión de fondo que detecta la pieza con precisión mediante luz láser. Su robusta carcasa de acero inoxidable es resistente a refrigerantes agresivos, lubricantes y virutas de metal.