Artículo técnico | Corrugado naranja

 
Por Prof. Luis Miravalles
Electricista
Cables subterráneos bajo el hormigón de la calzada en vías de destrucción La simple observación de los trabajos que se ejecutan en la vía pública y el adentrarse visualmente en el interior de las edificaciones en obra confirma lo que nos advierten los comentarios de los foros de electricistas acerca de la creciente reiteración de prácticas ajenas al buen arte constructivo y las reglamentaciones vigentes.
Curiosamente, sin embargo, esas mismas fuentes exhiben contemporáneamente una también creciente preocupación en cuanto al detalle fino reglamentario. Pongamos por caso los sistemas de protección por puesta a tierra, su medición y su certificación: ¡menudo contraste!, corrugados naranja coexistiendo con prolijos protocolos de medición.
Y no es que estemos en contra de las puestas a tierra bien hechas. Todo lo contrario, especialmente si se tiene en cuenta que estas no avisan si un falso contacto por corrosión va a dar lugar a un siniestro justo en el preciso momento en que dicha instalación debió prevenirlo.
Estamos, sí, en contra del corrugado naranja, refiriéndonos con esto a lo atinente a las canalizaciones y sus conductores, que mientras que ande todo bien no molestan a nadie, total la distribuidora te obliga a poner disyuntor y jabalina, hasta que un incendio o una electrocución son capaces de inducir a tardía reflexión hasta al más pintado. Así que vamos a mencionar a continuación las anomalías que juzgamos más frecuentes por simple observación en obra.

Instalación interior a la vista: no es obligatorio amurarlo todo Canalización bajo tierra utilizando materiales propios de una canalización interior amurada o a la vista. Bajo tierra, y como su nombre lo indica, va solo cable para uso subterráneo, instalado a la profundidad y con la protección conformes a la reglamentación vigente. Instalar los clásicos cables unipolares bajo tierra dentro de la cañería garantiza que funcionarán bajo agua, condición esta que el fabricante solo aprovecha para facilitar su prueba de laboratorio.
Amurado de cable para uso subterráneo. Impide su reemplazo y no asegura su protección mecánica: los cables para uso subterráneo son susceptibles de daño por incisión o pinchadura que su amurado no protegerá.
Cable para instalaciones interiores movibles en bandeja portacables. Si bien el cable tipo taller se caracteriza por su flexibilidad, incluyendo la de su vaina exterior, su tensión de servicio es inferior a la de los que se emplean para instalaciones fijas, y su resistencia mecánica es inferior a la de los cables para uso subterráneo que sí son los indicados para su colocación en bandejas portacables (que cuando estén expuestos, deberán resistir el ultravioleta y en su caso, la agresión química).
Cable preensamblado en interiores y/o bandeja portacables. Los preensamblados son para uso aéreo y aun sobre fachadas, pero como son propagantes de la llama, no deberán instalarse en interiores ni sobre bandeja portacables.
Cable para uso subterráneo empleado para cubrir un vano aéreo. El cable para uso subterráneo no está diseñado para soportar los esfuerzos de tracción propios de las líneas aéreas, para los que sí están habilitados los preensamblados de gran sección, cuyo neutro de aluminio duro hace las veces de portador; mientras que en pequeñas secciones se dispone de preensamblados en cobre duro, con accesorios para su soporte y sujeción.

 

Cable para uso subterráneo, pero al vuelo Corrugado naranja propagando la llama Taxi pisando cables Pileta de patio plástica: garantiza la instalación bajo agua, aunque más no sea por condensación
Consultas: Prof. Luis Miravalles
 

 

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